El traje de baño que te va
¿A quién le gusta comprarse una malla? ¿A cuántas nos gusta entrar en el
probador con más de una docena de modelitos para quedarnos como
llegamos al mundo, intentando que las cortinas queden bien cerradas y
evitando mirar lo pálidas que estamos? ¿Y para qué hablar de todos los
defectos que encontramos frente al espejo? En esta nota, consejos para
evitar frustraciones, elegir bien y disfrutar de la compra.
Se viene el verano. La cuenta regresiva
se terminó hace rato. Y tenés una misión imposible: comprar un nuevo
traje de baño. Te contamos lo que se viene y te damos las claves para
que no sufras adentro del probador, aprendas a recorrer los percheros a
conciencia y selecciones aquellos cortes y estampados que te favorecen.
Te ayudamos, en definitiva, a evitar el mal trago de sentir que “todo
te queda mal”, cuando, seguramente, en realidad, es sólo una cuestión de
elecciones no acertadas.
Empecemos por lo que se viene
Bikinis, trikinis y mallas enteras
plenas de color, brillo y detalles. Todo vale para el verano. Van desde
los modelos súper sofisticados con pedrería y bordados hasta las que
apuestan al negro riguroso, al blanco inmaculado, al clásico e
infaltable animal print en leopardo, a las rayas y a los estampados
salvajes y coloridos. El must: mucho brillo, apliques de lentejuelas y
tules sensualmente reveladores, detalles de cordones cruzados y escotes
drapeados en las enterizas. Las bikinis bandeaux pisan fuerte y, como
desde hace algunas temporadas, el hippie chicse adueña
de las playas. Y un detalle: va a ser imposible no acompañar a las
mallas con túnicas o camisolas súper livianas en gasa o bambula y ojotas
al tono, informa entremujeres.com.
Estudiemos la figura
En primer lugar, no será difícil determinar qué predomina más en cada
una de nosotras: busto o cadera. En función de esto, decidiremos los
colores que vamos a usar para equilibrar los tantos.
* Si tenemos caderas anchas, entonces, para esa zona
dejaremos los colores apagados o mate. Los brillos, volados, tonos
estridentes y demás detalles los dejaremos hacia el lugar sobre el que
queremos llamar la atención. El caso más común suele ser: cadera ancha
que no compensa con el busto. Aquí, el corpiño será la estrella del
look, mientras que la parte posterior la dejaremos entretelones.
* Cuando venimos con poco busto, mejor busquemos
corpiños con relleno. Eso sí, siempre y cuando haya algo para sostener,
de lo contrario, quedará peor porque comenzará a moverse sobre una
superficie plana sin un sector de agarre. Las que no tienen nada,
entonces, deberán apelar a todos los recursos para crear el efecto
óptico de relleno: volados, frunces, bordados, pailletes, piedras,
brillos, flores o pinzas.
* Si fuimos buenas chicas todo el invierno, seguramente, no lleguemos a esta parte del año conflotadores.
Ahora, como no todas cumplimos con el gimnasio, los flotadores serán un
problema si queremos usar bombachas de tiras finitas. Frente a este
deseo, la respuesta es un gran no. Las tiras angostas lo único que
conseguirán es marcan aún más ese volumen. Conviene buscar una cintura
ancha que no se encastre en la cadera.
* Atención a las que quieren taparse todas para
disimular, aunque les suene raro, sólo el 50% de la cola debe ir
cubierta, el resto del glúteo queda a la vista. ¿Por qué? Porque así se
redondea la cola y hace mejor forma, de lo contrario, se achata y se
agranda a la vista. Las mejores bombachas son las de cavado curvo y no
recto.
* El estado general del cuerpo también es una
variable para tener en cuenta a la hora de elegir un traje de baño. Por
supuesto que siempre dependerá de cómo te sientas, pero si, por ejemplo,
tenés estrías oscuras y profundas con una panza prominente, lo mejor,
quizás, sea camuflar los defectos con un lindo enterizo que siempre
estiliza y nos hace ver más delgadas.
Cada malla por su nombre
Bikini, trikini, tankini… Demasiados “ini”, ¿no es cierto? Por eso,
para saber qué es cada una y si nos conviene o no usarla, te adelantamos
este pequeño manual de lo que hay disponible en el mercado.
- La clásica bikini es el dos piezas ideal para cuerpos armoniosos.
- Las tankinis son musculosas confeccionadas con géneros propios de los trajes de baño. Si tenés pancita, ¡es tu elección!
- Las trikinis son bikinis unidas a través de tiras y
diferentes diseños entre el corpiño y la bombacha. Para este modelo hay
que tener un cuerpo privilegiado, de lo contrario, todo queda más
expuesto y exaltado.
- La entera será tu aliada si hacés deporte o te
encanta nadar en el mar. Lo mejor es que venga con el busto armado para
no aplastar el torso. Preferí las que vienen con diseños de torzadas o
cruces que ayudan a estilizar. El modelo atlético no ayuda para nada,
siempre elegí los enteros con onda y detalles.
¿Y los colores?
* Busto generoso. Preferí un corpiño que sostenga y que no agregue volumen. Mejor en tonos oscuros y sin estridencias.
* Caderas prominentes. La parte posterior de la bikini debe tener
tiras laterales anchas que no se hundan en el cuerpo. Los colores
oscuros favorecen. No a los herrajes ni a las tiras finitas que pueden
ajustar demasiado la cadera.
* Pieles rosadas. Tonos pasteles y neutros, como el visón o
champagne. Si elegís un color vibrante generará un efecto traslúcido que
no favorece.
* Pieles oliva. Paleta de violetas, azules, negro, gris y blanco
porque, con el sol, estas pieles adquieren un tono bien dorado que
contrasta y queda lindo.
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